12/30/2012

En unas cuantas horas culmina este año 2012 y quiero hacerte unas recomendaciones:


1. No dejes pasar este día sin leer la biblia
2. Ora todas las veces que puedas y si no puedes saca el tiempo.
3. Pide perdón por las faltas y pecados cometidos
4. Perdona a quien te ofendió y acéptalo como Cristo te acepta a ti.
5 Agradece sinceramente
6. Dile a tus seres queridos cuanto los ama y lo valioso que son para ti
7. Ríe a todo pulmón :)
8. Canta esa canción que tanto te gusta
9. Escribe tus metas a corto, mediano y largo plazo
10. ¨Respeta tu vida¨, cada cosa que hagas hoy, hazla con prudencia.


                         
-Así es que la vida tiene sentido ;) ❤❤❤
                        *Dios te bendiga y te de un prospero, bendecido y feliz año
Son mis deseos para ti. 
Johanny Morillo De Cuevas

12/08/2012

Grandes de la historia ¨Helen Keller¨

Helen Keller nació en Tuscumbia, una pequeña ciudad rural de Alabama, Estados Unidos. Su sordoceguera fue causada por una fiebre en febrero de 1882 cuando tenía tan solo 19 meses de edad. Su incapacidad para comunicarse en tan temprana etapa de desarrollo fue muy traumática para ella y su familia, debido a esto, estuvo prácticamente incontrolable por un tiempo.

A pesar de sus discapacidades, muchos años después daría discursos acerca de su vida, e incluso escribiría libros sobre sus experiencias personales. Todo esto fue posible gracias a la gran ayuda e influencia de su institutriz Anne Sullivan, quien le enseñó a leer y comunicarse con los demás, junto con llevar una vida disciplinada.
Para que aprendiera a escribir, Sullivan le consiguió a su discípula un tablero especialmente diseñado, acanalado de modo que un lápiz podía formar letras.
Para enseñarle a hablar, Sullivan ponía la mano de Helen en su garganta para que pudiera sentir las vibraciones creadas al comunicarse. Los doctores en su tiempo la llamaron "fiebre del cerebro", mientras que los médicos de hoy piensan que pudo haber sido escarlatina o meningitis.
Cualquiera que fuera la enfermedad, por muchos días lo único que se esperaba es que Helen muriera. Cuando la fiebre bajó, la familia de Helen se puso feliz creyendo que su hija iba a estar bien otra vez. Sin embargo, la madre de Helen pronto notó que su hija no podía responder cuando sonaba la campana de cena, o cuando pasaba su mano delante de los ojos de su hija. Llegó así a ser evidente que la enfermedad de Helen la había dejado ciega y sorda.
Los siguientes años fueron muy difíciles para Helen y su familia. Helen se hizo una niña muy difícil, aventaba los platos y lámparas y aterrorizaba la casa entera con rabietas, gritos y su mal genio. Los parientes la miraban como un monstruo.
Pero su familia -y ella misma- no se resignaron con ese destino, y lo fueron superando a fuerza de voluntad y constancia, y gracias también a tutores y amigos que la ayudaron; entre ellos, Anne Sullivan.
Anne Sullivan fue su profesora personal, y amiga de toda la vida. Anne le ayudó primero a controlar su mal genio, y después le enseñó a leer, en primer lugar con el alfabeto manual táctil y más adelante, con el sistema Braille, a escribir de forma normal y a través de las máquinas de escribir en Braille.
Helen fue a la escuela de Cambridge para señoritas desde 1896 y en el otoño de 1900 entró en la Universidad de Radcliffe, siendo la primera persona sordociega que podía alcanzar el reto de presentarse y transitar en una Universidad.
La vida en Radcliffe era muy difícil para Helen y Anne, y la cantidad enorme de trabajo condujo al deterioro de la visión de Anne
Durante su tiempo en la universidad Helen comenzó a escribir sobre su vida. Escribía la historia en Braille y en una máquina de escribir normal. Fue en este tiempo que Helen y Anne resolvieron con Juan Albert Macy que él debía ayudar a corregir el primer libro de Helen ("La historia de mi vida"), que fue publicado en 1903 y aunque al principio no fuese exitoso en ventas, se convirtió más adelante en una obra clásica.
 El 28 de junio de 1904 Helen se graduó "Con Honores" de la Universidad de Radcliffe, siendo la primera persona sordociega en obtener un título universitario. Ese mismo año en la exposición de San Luis hablaba por primera vez en público.
Helen y Anne iniciaron en los años siguientes una gira de charlas y conferencias sobre sus experiencias. Helen contaba su vida y su discurso era interpretado frase a frase por Anne Sullivan, lo que siempre generaba sesiones de preguntas y respuestas acerca de sus historias.
A causa de sus viajes, Helen y Anne buscaron una nueva forma de vivir a través de sus conferencias y la venta de sus obras literarias.
En 1918 la demanda de sus obras había disminuido, pero ellas seguían viajando con más interés, mostrando las historias increíbles de Helen, como la primera vez que entendió el significado de la palabra "agua". Ese año Helen, Anne y John (Esposo de Anne), se trasladaron a Forest Hills en Nueva York. Helen usaba su nueva casa como la sede para obtención de fondos de la Fundación Americana para Ciegos.
No solo recolectaba dinero, también hacía campañas para mejorar la calidad de vida y las condiciones de las personas ciegas, quienes eran rechazados y erróneamente educados en asilos. Su insistencia fue uno de los factores importantes para que las condiciones de éstos cambiaran.
En octubre de 1961 Helen sufrió el primero de una serie de accidentes cerebro vasculares, y su vida pública fue disminuyendo. En los últimos años de su vida se dedicaría entonces a cuidar su casa en Arcan Ridge.
En 1964, Helen fue galardonada con la Medalla Presidencial de la Libertad, el más alto premio para personas civiles otorgada por el presidente Lyndon Johnson. Un año más tarde fue elegida como La mujer del “Salón de la Fama” en la Feria Mundial de Nueva York.
Poco antes de su muerte en 1968, a la edad de 87 años, Helen Keller le dijo a un amigo: "En estos oscuros y silenciosos años, Dios ha estado utilizando mi vida para un propósito que no conozco, pero un día lo entenderé y entonces estaré satisfecha."
El primero de junio de 1968, en Arcan Ridge, Helen Keller muere mientras dormía. Su cuerpo fue cremado en Bridgeport, Connecticut, y su funeral se realizó en la Catedral Nacional de Washington DC. La urna más tarde sería llevada a un lugar cerca de donde descansaban los restos de Anne Sullivan y Polly Thomson.

Excelente historia de superación y motivación para todos nosotros :) 

Fuente: http://es.wikipedia.org/wiki/Helen_Keller

12/03/2012

El Niño y el Perrito

El dueño de una tienda estuvo clavando un anuncio al frente de su lugar de comercio que dijo “Se Vende Perritos” cuando de repente un niño apareció y le preguntó, “¿Cuánto cuesta comprar uno de estos perritos?”
El dueño contestó, “Dependiendo al perro, cuesta de $300 a $500 pesos cada uno.”
El niño puso su manito en su bolsillo y sacó algunas moneditas y dijo, “Solo tengo veinte siete pesos con cincuenta centavos. ¿Me dejarás por lo menos ver y tocar con uno de los perritos?”
El dueño rió y dijo, “Por supuesto”, abrió la jaula y sacó uno de los perritos más hermosos.
El niño observó que uno de los perritos estaba escondiéndose en el rincón de la jaula y que andaba como que si era cojo. El niño preguntó, “Y qué anda mal con este perrito, Señor?”
El dueño explicó que tenía algo mal con su cadera y que siempre será cojo.
El niño empezó a animarse bastante y dijo, “Ese es el perrito que deseo comprar.”
El dueño dijo, “No, hijo mío, tu no quieres comprar ese perrito. Si lo quieres, simplemente te lo regalo.”
El niño apunto su dedo al dueño y dijo, “No señor. No quiero que me regalas este perrito. Ese perrito tiene el mismito valor que cualquiera de los otros perritos. Y yo estoy dispuesto a pagar el precio completo. Si está bien contigo, te entregaré todo lo que tengo, los veintisiete pesos con cincuenta centavos y te prometo pagar cincuenta centavos cada mes hasta pagar por el perrito por completo.”
El dueño siguió insistiendo que no debería de comparar ese perrito. “Es que no entiendes, niño. Este perrito nunca jamás podrá brincar y correr contigo como los demás perritos deben.”
Para su gran sorpresa el niño levantó uno de sus pantalones y le mostró el soporte de metal que reforzaba su pierna destrozada por el polio. “Pues yo tampoco brinco y corro bien”, dijo el niño con voz muy suave, “y este perrito necesitará a alguien que le entiende bien”.

Hay  alguien  que te aprecia por lo que eres, te acepta y te ama incondicionalmente, porque ha estado en tus zapatos.. Su nombre es Jesucristo.

Porque no tenemos un sumo Sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza. Hebreos 4:15.

Fuente: http://www.renuevodeplenitud.com

11/12/2012

LOS CAUSANTES DE NUESTROS MALES...?


Juan Jarquín, un joven siempre callado y tímido de veinte años de edad, vivía con su padre y su hermana mayor Socorro. Ésta siempre había regañado y maltratado a Juan. Como se habían criado sin madre, Socorro había hecho las veces de madre para él; pero se le iba la mano, y sus insultos, castigos y regaños se volvieron insoportables.

Un domingo las ofensas llegaron a un clímax trágico. Socorro reprendió y maltrató severamente a Juan. Lo trató de inútil, de haragán y de inservible. El mal humor de la muchacha fue en aumento. Se airó a tal grado que tomó un palo y comenzó a propinarle golpes.
El muchacho tenía en la mano su machete de trabajo. Con la filosa arma pudo detener unos cuantos golpes del palo, pero al sentirse golpeado incesantemente, no soportó más. Toda la rabia acumulada por años, todo el deseo de desquite y toda la furia del muchacho ofendido y humillado estalló de pronto, y blandiendo el machete, lo asentó en la nuca de Socorro, dejándola casi decapitada.
La mujer cayó en el patio, moribunda, y Juan, aún sin darse cuenta de lo que había hecho, se quedó mirándola, sin pensar nada y sin hacer nada. ¡Otro crimen que ocurría, una desgracia más que se producía, debido a la violencia y a la furia que como caldera hirviente bullen en el corazón humano!
¿Por qué ocurren estas desgracias? ¿Por qué Dios, si existe y es poderoso y es bueno, no impide que un hermano mate a su propia hermana? ¿Por qué Dios no acaba con las guerras, con las matanzas, con los odios y con las venganzas? La respuesta es que Dios no es el causante de nuestros males. Somos nosotros mismos quienes los ocasionamos.
Dios nos hizo libres. Nos dio mente y razón. Puso moral y conciencia dentro de nosotros y estableció leyes perfectas para guiarnos. Si nosotros no cumplimos con lo que Dios nos manda, es decir, si desobedecemos sus leyes escritas en nuestro corazón, pagamos las trágicas consecuencias de haber infringido esa ley inevitable e inflexible de la siembra y la cosecha.
Dios nos ofrece una vida diferente. Él está dispuesto a librarnos de las exigencias de un corazón descontrolado. Cristo, el Redentor, Libertador y Salvador, nos ofrece su mano de apoyo. Sólo tenemos que acudir a Él y pedirle que sea nuestro Salvador.

10/05/2012

La Jabalina traicionera


Siempre le gustaron los deportes, y siempre se destacó en ellos. A los dieciséis años de edad, Alfredo Judd descollaba en béisbol, fútbol, atletismo y natación. Últimamente había empezado a practicar disco y jabalina para intervenir en una olimpiada intercolegial.
En uno de sus ensayos, Alfredo empuñó la jabalina y corrió para lanzarla, pero tropezó. La jabalina se le escapó de las manos, dio una voltereta en el aire y se clavó en el suelo por una punta. Alfredo, que siguió corriendo, cayó sobre la otra punta de la jabalina, y ésta quedó clavada en su cuerpo. La jabalina lo atravesó por el vientre, de lado a lado.
«¡Por favor, Dios mío, sálvame!», clamó Alfredo. Y aunque tenía atravesados estómago y páncreas, el joven pudo sacarse la jabalina del cuerpo y tener todavía ánimo de correr hasta alcanzar a sus compañeros.
El comentario del muchacho a los periodistas fue: «Me libraron mi deseo de competir y mi Dios, que nunca me falla.»
¿Quién dice que un joven estudiante, fuerte y competidor, no puede o no debe clamar a Dios en el momento de necesidad? Hay muchos que así dicen, o cuando menos así piensan. En estos últimos tiempos, hay cierto cinismo hacia el que confiesa tener fe en Dios. Más aún, muchos niegan a Dios abiertamente y se mofan de su santa Palabra, la Biblia. Pero hay también muchas personas que dan testimonio claro y transparente de su fe en Dios.
No tengamos miedo de confesar nuestra fe en Dios. Si no tenemos esa fe, hagamos entonces la primera oración que toda persona tiene que hacer: «Ten compasión de mí, que soy pecador.» Jesucristo corresponderá a nuestra plegaria, y nos dará la paz insondable y la seguridad de la vida eterna que Dios da a todo el que lo busca. Hagamos de Cristo el Señor de nuestra vida.

3/07/2012

Luz para los demas!!!

Había una vez, hace cientos de años, en una ciudad de Oriente, un hombre que una noche caminaba por las oscuras calles llevando una lámpara de aceite encendida.
La ciudad era muy oscura en las noches sin luna como aquella. En determinado momento, se encuentra con un amigo. El amigo lo mira y de pronto lo reconoce.
Se da cuenta de que es Guno, el ciego del pueblo. Entonces, le dice:
- ¿Qué haces Guno, tú ciego, con una lámpara en la mano? Si tú no ves.. 
 
Entonces, el ciego le responde:
- Yo no llevo la lámpara para ver mi camino. Yo conozco la oscuridad de las calles de memoria. Llevo la luz para que otros encuentren su camino cuando me vean a mi…

Alumbrar el camino de los otros no es tarea fácil… Muchas veces en vez de alumbrar oscurecemos mucho más el camino de los demás… ¿Cómo? A través del desaliento, la crítica, el egoísmo, el desamor, el odio, el resentimiento…
¡Qué hermoso sería sí todos ilumináramos los caminos de los demás! Sin fijarnos si lo necesitan o no… Llevar luz y no-oscuridad…

Todos pasamos por situaciones difíciles a veces… Pero no debemos proyectar nuestro dolor cuando alguien desesperado busca ayuda en nosotros…

Nuestro dolor es y fue importante pero se minimiza si ayudamos a otros a soportarlo, si ayudamos a otro a sobrellevarlo… luz… demos luz… Tenemos en el alma el motor que enciende cualquier lámpara,"Dios la puso en nosotros", la energía que permite iluminar en vez de oscurecer…